martes, 3 de agosto de 2010

ERNESTO CATALÁN: EL MAGO DE LOS EFECTOS ESPECIALES

Ernesto Catalán fue un personaje distinto de la radiofonía argentina por dedicarse a una función original, auténtica y artística: los efectos especiales.
Fallecido en 2007 a los 76 años, el as de los efectos sonoros continuó con el tradicional oficio familiar, ya que su tío (Nicolás Catalán, el pionero e inventor de esta actividad) y sus hermanos José Luis y Juan Carlos, también abocados a este arte, lo denominaron “el mago de los efectos especiales”. Fue justamente su tío quien lo inició llevándolo a trabajar al famoso ciclo “Los Pérez García”, “El Ñato Desiderio”, “El Relámpago”, “¡Que Pareja!”, y muchos más.
Según contaba Ernesto, su pasión por este trabajo se dio de una manera natural viendo a su tío, y sin darse cuenta estaba en las más importantes emisoras, como Radio Belgrano, Splendid, El Mundo, Excelsior; y con personajes tan trascendentales como Sara Prósperi, Martín Zabalúa (hijo de Tincho Zabala); Gustavo Cavero, entre otros.
En sus comienzos, la manera de trabajar en las radios era muy rigurosa. Traje y corbata (por el despliegue corporal, Ernesto podía prescindir del saco); con smoking cuando había público presente; inflexibles horarios de ensayos que consistían en una primera lectura distendida por la tarde, luego otra frente a micrófono a la noche, un pequeño descanso y ya era momento de la transmisión.
Su lugar de trabajo era el estudio de radio y todos los elementos necesarios para estimular la imaginación esperaban su momento sobre la mesa: vajillas, destapadores, jeringas, timbres telefónicos, cajas con sal para simular pasos en la arena, talco para aparentar pasos en una escalera, dos medios cocos que suponen el galope de un caballo y una innumerable cantidad de objetos que, al momento de la emisión, generaban en los oyentes la sensación de estar “mirando” el radioteatro.
Pero Ernesto Catalán no sólo fue el mago de los efectos sonoros, sino que también se destacó como director de escena en las revistas del Teatro Maipo entre 1974 y 1990. La televisión fue además otro ámbito que acaparó, de la mano de Pepe Biondi, Narciso Ibáñez Menta y Gerardo Sofovich.
Si bien sus concepciones acerca de la radio actual no eran del todo favorables, él sentía que con el correr de los años se fueron recargando los programas con contenido periodístico, transitando solamente por esa vía, exceptuando los espacios deportivos. Pero sin embargo dedicó sus últimos años a ese primer amor, la radio, encargándose del sonido y musicalización del radioteatro de Alberto Migré, “Permiso para Imaginar”, y en el radioteatro “El club de las artes” por Radio Splendid.
La recreación de efectos sonoros mediante objetos fue reemplazada en esta nueva era digital en la que vivimos. Hoy se pueden recopilar en un cd o dvd hasta miles de efectos reales, mas allá de la poca presencia de los radioteatros y las nuevas características que tienen los mismos. Pero si bien los sonidos son reales y de una gran calidad y diversidad, nada podrá suplir al estimulante arte al que dedicó la dinastía Catalán.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Un grande . Lo conocí en el barrio de parque Patricios . Yo con apenas 17 años y el cálculo con unos 50. Sin importar la diferencia de edad nos hicimos grandes amigos . Realmente un genio . Siempre lo recuerdo

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